Kopalnia Soli Bochnia
Mina de Sal de Bochnia
Mucho antes, desde el 3500 a.C. aproximadamente, aquí se obtenía la sal mediante la evaporación del agua de la salmuera, extraída de pozos especialmente perforados. Estos pozos fueron el origen, entre otras cosas, del pozo Sutoris, que se ha conservado hasta la actualidad. Precisamente al pozo Sutoris se le atribuye la leyenda del anillo de santa Kinga. Al establecerse aquí una verdadera explotación minera, la mina de sal de Bochnia, gestionada desde el Zamek Żupny (Castillo de la Sal) de Wieliczka, pronto comenzó a aportar enormes beneficios al tesoro real. Aparte de los pozos Sutoris y Gazaris, se construyeron más: Regis, Bochneris y Campi. Hasta 1772, época en que fue confiscada por Austria a raíz del primer repartimiento de Polonia, la empresa funcionaba según el estatuto promulgado en 1368 por el rey Casimiro el Grande. Gracias a sus depósitos de sal, la ciudad de Bochnia se convirtió en uno de los centros económicos más importantes de la Małopolska medieval. Con el paso de los siglos, la Mina de Sal dejó su distintiva huella sobre la historia de la ciudad, su desarrollo urbano, además de en la historia del espíritu empresarial, el desarrollo industrial y social. La mina de sal de Bochnia introdujo soluciones técnicas innovadoras para la época. Entre ellas se encontraban las norias que se utilizaban como máquinas elevadoras y una máquina de vapor instalada en 1930, fabricada en 1909 en la Fundición Laura de Chorzów. Los depósitos de sal de Bochnia se exploraron hasta una longitud de unos 3,5 km y una anchura máxima de 200 m. En sus secciones horizontales y verticales su forma recuerda a una lente. Esta estructura se refleja en las formas excepcionalmente variadas y únicas de las cámaras creadas como resultado de varios siglos de explotación de la sal rayada, la variedad principal y más característica de la materia prima de la mina, conformada por distintas capas alternas de sal gris y blanca. Hoy en día, la mina es un destino turístico único que acoge a más de 200.000 visitantes al año en sus monumentales excavaciones. El complejo ofrece hasta cuatro rutas distintas a los visitantes que difieren en su forma y nivel de dificultad. Gracias a la Exposición Subterránea Multimedia, que es una extraordinaria expedición a través de las más hermosas e interesantes excavaciones con cámaras y capillas subterráneas únicas, los turistas pueden conocer la historia de la mina de forma accesible, experimentar una aventura extrema durante la histórica «Wyprawy w Stare Góry (Expedición a las Montañas Viejas)» o ver los cristales de sal fosforescentes dentro de la ruta natural. También podrán viajar «Śladami kaplic bocheńskich górników (Tras las huellas de las capillas de los mineros de Bochnia)». Entre las atracciones que ofrece la mina podemos destacar: un tren minero subterráneo que transporta a los turistas a través de una ruta turística y un tobogán de 140 m de longitud que conecta dos niveles de la mina. La mina de Bochnia es la única mina de sal polaca que cuenta con un paseo subterráneo en barco. Los barcos de madera que navegan por la cámara inundada de salmuera están inscritos en el Registro Naval polaco, al igual que los barcos que navegan por el mar. La cámara Ważyn, situada en la mina de Bochnia, es la de mayor tamaño abierta a los turistas. Alberga un campo deportivo, un restaurante y un mini parque infantil. La mina ofrece estancias de una noche para grupos organizados y huéspedes individuales. La estancia en un paisaje salino y un microclima únicos revela a los participantes un nuevo significado de las palabras «sueño saludable». La belleza natural y el carácter duro y auténtico de la mina han sido honrados con su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La mina también ha sido reconocida como monumento histórico, al ser la más antigua de Polonia.