Nikifor necesitaba a Krynica, pero Krynica necesitaba y sigue necesitando a Nikifor. La historia de un hombre que pasó de ser un mendigo que pintaba en cajas de cigarrillos a un artista deseado por las mayores galerías del mundo. Puedes conocer la historia de este mendigo lemko tuberculoso en la villa «Romanówka», donde en 1995 se abrió una filial del Museo del Distrito de Nowy Sącz dedicada a su obra. Sus interiores íntimos presentan varias docenas de obras del artista, entre las que se encuentran piezas únicas que probablemente se remontan al periodo de la Primera Guerra Mundial, como el «Triple autorretrato» o una composición de varias imágenes denominada «Curación de una enferma». La mejor época de Nikifor, es decir los años veinte y treinta, está representada por acuarelas en las que inmortalizó paisajes de montaña, templos ortodoxos, cocinas, oficinas y puestos, bancos y fábricas de dólares. Se trata de un extraordinario viaje al mundo de la imaginación del artista, además de una lección sobre las técnicas que utilizaba. Las pinturas han sido seleccionadas y dispuestas de forma que se muestren todos los periodos de la obra de Nikifor, a la vez que se exponen las obras de mayor valor artístico. En «Romanówka» también se recogen recuerdos personales y el taller de Nikifor.